Por: Flor Martínez Yustas. Trabajadora social
Fundación Amigos de los Mayores
Las dos tendencias demográficas que están marcando el mundo actual son la urbanización y el envejecimiento de la población. Como señala la Organización Mundial de la Salud, ambas tendrán un enorme impacto en cómo será la Europa de mediados del siglo XXI. La reducción del índice de natalidad hace que las familias cada vez tengan una estructura más vertical y el ratio de apoyo disponible para las personas mayores disminuya. Por ello, nos encontramos ante un desafío importante para el que es clave que las instituciones y la sociedad civil trabajen mano a mano. Las instituciones proveyendo de asistencia y el sector social entretejiéndose y haciéndose cada vez más fuerte en una apuesta por la solidaridad.
Además, dentro de este proceso de urbanización creciente, nos estamos encontrando con una sociedad cada vez más individualizada donde los lazos sociales se debilitan. Las antiguas relaciones vecinales están en declive y cada vez es menos frecuente que los vecinos/as se conozcan entre sí y, más extraño aún, que realicen actividades juntos. Llamar a la puerta de los vecinos/as para presentarte cuando te mudas a un edificio o tocar el timbre al vecino/a de la puerta contigua para pedir sal, ha pasado a ser una costumbre que a día de hoy sería mirada con recelo. E incluso se nos podría tildar de “raritos”. A la vez que ocurre esto, que hablar con un desconocido por la calle es de ser extravagante, nos encontramos con que se va normalizando el que a través de internet quedemos con personas completamente desconocidas, que las “desvirtualicemos”. Y dentro de todos estos procesos de cambio en la forma de relacionarse de las personas, nos encontramos con una brecha digital que deja a muchas personas mayores sin las herramientas necesarias para manejarse en un mundo cada vez más virtual y despersonalizado.
Entre todo este mare magnum de cambios sociales, de desafíos y de personas que se nos “quedan fuera”, en Fundación Amigos de los Mayores hemos apostado por un proyecto innovador y valiente (creado en Francia desde Les Petits Frères des Pauvres) para que podamos avanzar socialmente y de la mano: Grandes Vecinos es un proyecto que hace uso de las redes sociales para reconstruir las tradicionales relaciones vecinales que se han ido perdiendo en los últimos años y, por si fuera poco, echando una mano a las personas mayores para que puedan formar parte del nuevo paradigma de la comunicación social. Además, es un proyecto que, lejos de quedarse en la idea de las personas mayores como personas con necesidades y receptoras de ayuda, las sitúa como personas activas en torno a las cuales se ponen en marcha relaciones sociales y se promueve la solidaridad intergeneracional. Grandes Vecinos les permite tener un papel central en el proyecto, situándoles en el corazón de los barrios, siendo ellos la excusa más bonita para que los vecinos/as se conozcan y pasen tiempo juntos.
Grandes Vecinos no es sólo una red social para prevenir las situaciones de soledad de las personas mayores, sino que es una manera de combatir los estereotipos que hay sobre las personas mayores. Los “grandes vecinos” que participan en esta red social, no son meros receptores de ayudas, sino que a su vez ofrecen ellos también la posibilidad de ayudar a los demás. Quizá el “gran vecino” necesita que le suban el correo algunas veces o le apetece ir de compras acompañado, pero a su vez puede ofrecerse para regar las plantas cuando uno de los vecinos/as está de vacaciones, cuidar a una mascota o acoger un ratito a alguien en su casa si necesita estudiar o trabajar en un ambiente tranquilo. También, ¿por qué no? Un gran vecino/a puede ser la persona que mejor pueda enseñarte los sitios con más encanto del barrio. ¿Quién mejor que alguien que ha vivido allí toda la vida para que te enseñe el sitio donde beber un vino riquísimo, la frutería con los productos más frescos o la librería en la que puedes encontrar las mejores gangas? Grandes Vecinos es una red que promueve el intercambio solidario entre vecinos a todos los niveles, pero, sobre todo, que promueve las relaciones humanas y que cada día estemos todos más cerca los unos de los otros, cuidándonos y haciendo de nuestras ciudades un sitio donde vivir más felices y acompañados.
Madrid es la primera ciudad en el mundo fuera de Francia que implanta este proyecto tan innovador. Durante todo este año 2015, desde Fundación Amigos de los Mayores estamos centrando nuestros esfuerzos en implantar “Grandes Vecinos” en los barrios de Chueca y Malasaña, ubicados en el distrito centro de la ciudad, para tener una primera experiencia que nos permita coger fuerzas y extenderlo al resto de barrios de la capital. Trabajando en coordinación con el tejido social de los barrios (asociaciones de vecinos, plataformas vecinales, espacios técnicos de entidades, centros de mayores, comercios locales, etc.), nuestra idea es ofrecer a los barrios este proyecto para que lo utilicen y lo hagan suyo. “Grandes Vecinos” es una red social para todas las personas de cualquier edad que quieran implicarse más en sus barrios y prevenir la soledad de las personas mayores. Poco a poco se va corriendo la voz, Grandes Vecinos ya no es sólo un sueño, es un proyecto que está vivo, que está online, que está esperando a que la gente se apunte y quiera usarlo.
¿Te interesa? ¿Quieres conocer mejor el proyecto?
Entra en la web www.grandesvecinos.org o ponte en contacto con nosotros a través del 611276858 y/o por correo en info@grandesvecinos.org.
También puedes seguir lo que va pasando con el proyecto a través de nuestra página de FB: https://www.facebook.com/Grandes-Vecinos-1565425033745296/timeline/?ref=hl