Ayer Miguel Ángel Mira, presidente de la Asociación Jubilares, impartió la conferencia organizada por la Fundación Caja Rural, “Comunidades de Mayores: Adueñarse del Futuro“, en el Paraninfo del Colegio Universitario de Zamora.
La presentación corrió a cargo del doctor José Miguel Diego Gómez, presidente de la Fundación Caja Rural de Zamora, que a sus 85 años es paradigma del envejecimiento activo que promovemos. El contenido de la charla de Mira se centró en la necesidad de crear comunidad para lograr la autonomía personal y ser dueño de las decisiones a lo largo de la vida, incluso en situación de dependencia. Esto se ilustró con ejemplos reales que desde hace décadas tomaron el modelo “jubilar” en multitud de países.
El público acogió con entusiasmo las palabras de Mira, reconoció que sería maravilloso vivir así, y también expresó, por boca de una de las participantes la duda: “Esto aquí es una utopía…”
¿Es esto posible en España? Nuestra respuesta es contundente: sí. Creemos, y así lo expresamos en Zamora, que no somos más individualistas que en otros lugares. Vamos retrasados en participación democrática, y también sabemos que eso está cambiando. Desde los movimientos asociativos, vecinales, sectoriales, se empieza a cambiar la realidad: ya no hay que esperar a que el ayuntamiento organice un festival folk, lo hacen los vecinos del barrio. No hay que esperar que la administración organice un viaje de grupo, podemos crear una llamada en la web y lograr precios baratos para los que se apunten. Eso ocurre en Madrid y en cualquier pueblo de Zamora.
Estas dos imágenes, de Charles Durret, que se presentaron en la ponencia, provienen de la comunidad de Roskilde, en Dinamarca, establecida en el año 2000. Salvo por el alto porcentaje de personas rubias, podrían ser imágenes de un pueblo de la comarca de Aliste, el Bierzo o Las Alpujarras. Los que pasamos de cuarenta años hemos vivido escenas como esta. Hoy las estamos viviendo de nuevo. El individualismo fue (en eso confiamos) una breve etapa de nuestra historia.
Agradecemos a la Fundación Caja Rural y a los más de 200 asistentes la oportunidad de compartir con ellos nuestros principios en la línea de búsqueda de una inclusión social de un colectivo vulnerable como es el de mayores. Nos llevamos con nostros la cálida acogida y el contagio de ilusión de los mayores que allí estaban, y que continúa alentando día a día nuestro trabajo.