La accesibilidad en la evacuación, una asignatura pendiente

“No es una utopía. Que el diseño de la ciudad sea para todos, niños y mayores, que se deje de hablar de lo accesible porque esto será inherente al diseño”.

Miriam Pastor Seller es arquitecta experta en accesibilidad, autoprotección y protección pasiva y activa. Su trabajo de posgrado “Claves en la Accesibilidad Intermodal” le valió el premio PRODIS 2012-13. El viernes pasado charlamos con ella sobre este documento y su trascendencia en la comprensión de una ciudad para todos.

Escaleras Moncloa2Los intercambiadores de transporte son espacios de relativa nueva creación. Miriam Pastor decidió estudiar la manera en que se favorece el uso y la orientación (“wayfinding”) de todos los usuarios.

En colaboración con el CRTM se decide analizar el Intercambiador de Plaza Elíptica de Madrid, aunque el diagnóstico y las medidas propuestas son válidos para otros intercambiadores “con el objetivo de alcanzar una óptima interrelación de todos con el transporte y sus instalaciones. De una forma más ambiciosa el trabajo pretende que se formule la normativa vigente integrando aspectos de accesibilidad”.

El análisis se dirige hacia el acceso y uso, pero también en la evacuación del edificio. Los dos primeros aspectos suelen tomarse en consideración y en el diseño de los edificios y espacios públicos es habitual considerar a las personas con alguna discapacidad. Pero en la evacuación encontramos graves carencias. El problema no es propiamente del edificio, sino de la normativa. Así los estudios de Miriam se centran en este último aspecto, comparando nuestra normativa con la vigente fuera de nuestras fronteras y proponiendo un buen número de ideas para mejorar en este sentido. “Con este trabajo se pretende resaltar que la estandarización de estas medidas supondría una mejora sustancial de la calidad de las medidas de evacuación, al igual que ya ha ocurrido en la actualidad en otros campos de la vida diaria, como por ejemplo los autobuses de piso bajo o las rampas de uso peatonal construidas en dependencias del metro, que aumentan la comodidad del transporte”.

Las ideas incluidas en su trabajo benefician a los potenciales usuarios. Éstos eran personas con algún tipo de discapacidad permantente (personas que requieren silla de ruedas, o muletas, o con deficiencias visuales, auditivas o intelectuales), o discapacidad transitoria (personas con muletas, embarazadas, personas que portan carrito o portadores de bolsas u objetos en general), así como personas mayores y personas que no conocen el idioma. Personas por cierto “seguramente con capacidades distintas a las que tenemos tú o yo. Jamás deberíamos hablar de «discapacitados», sino de «personas con alguna discapacidad». El método aplicado por Miriam fue analizar cada uno de los parámetros estudiados y aplicarlos a cada grupo de personas mencionado.

“La participación de los usuarios al formular propuestas es básica, ya que conociendo su percepción de los espacios podemos entender mejor el factor comportamiento, además de en el uso, en la evacuación, fundamental en el diseño de todo espacio”. Las personas con discapacidad intelectual del grupo “Autogestores de la fundación Aprocor” lograron ponerse en situación y señalar importantes ideas. Miriam recuerda con emoción cómo de fructífera fue la experiencia. “Por ejemplo uno de ellos decía: «yo lo primero que haría en esa situación es llamar por teléfono». Así encontramos por ejemplo que la cobertura móvil es fundamental en este tipo de lugares”.

El resultado del trabajo de Miriam Pastor fue una treintena de medidas cuya estandarización es posible. Esperemos por tanto que trasciendan, como era el objetivo inicial, a la normativa y hacia otros edificios de uso público de cualquier comunidad autónoma.

¿Una utopía, decíamos al principio? Creemos como Miriam que no. La accesibilidad será inherente al diseño, como lo es la salubridad o la seguridad estructural. Se trata de seguir dando ejemplo, para ello aprovechamos para recordar que en la Segunda Fase del Proyecto ESTAC el Ceapat quiere dar continuidad a su proyecto creado en 2012 con el objetivo de identificar, seleccionar y presentar ejemplos de buenas prácticas en establecimientos y equipamientos accesibles y amigables, que sean referencia de interés y puedan servir como modelo. Se pueden remitir las nuevas experiencias hasta el 22 de noviembre. Las primeras se pueden ver aquí.