Privacidad en la Comunidad

Charla-coloquio en Guadalajara: "Comunidades de mayores: adueñarse del futuro"Ayer en la charla-coloquio de Guadalajara volvió a surgir la pregunta recurrente de las personas que se oyen hablar por vez primera sobre el modelo de vida de un jubilar: ¿cómo se conjuga la privacidad en un entorno con ese énfasis en lo comunitario? La pregunta puede encerrar muchos miedos: ¿y si me aburro de la gente? ¿y si tenemos conflictos personales? ¿puedo quedarme encerrado en el grupo? ¿hay peligro de que otros invadan mi intimidad? La duda sobre el equilibrio entre privacidad y comunidad suele referirse realmente al peso de la comunidad. Nadie, al hablar de este equilibrio ha planteado la duda de si iba a tener una vida “demasiado privada”…

En la adolescencia, etapa de crisis personal por antonomasia (con la jubilación viene otra), surge a menudo el mismo miedo, y la solución a veces pasa por el aislamiento. Parece la opción fácil, pero crea ulteriores problemas. Generalmente el éxito de esa etapa termina en la madurez del que se enfrenta a vivir con los demás.

Creemos que un jubilar crea un ambiente muy favorable a la vida en comunidad, a la compañía de los otros, al trabajo colaborativo… Y sin embargo hay dos puntos clave que garantizan la privacidad necesaria:

Fotografía: © Charles Durret

1.- EL DISEÑO DEL ENTORNO FÍSICO. Al margen de muchos pequeños matices de diseño que favorecen ambos ámbitos (lo comunitario y lo privado), es fundamental la existencia de los apartamentos completos. Yo tengo mi casa donde me puedo refugiar. No necesito ir a comer al salón comunitario si no quiero. No tengo que hacer ninguna de las actividades que hemos diseñado si no quiero. Vivo en mi casa, y lo comunitario es una extensión de ella. Pero si la puerta de mi apartamento se cierra, como decía una de las vecinas de Solinsieme, nadie tiene por qué entrar. Dice Sigrid (en la foto): “en mi casa tengo tanta privacidad como quiero; y fuera de ella tanta comunidad como quiero”. Un jubilar no es muy distinto a una comunidad de vecinos de las que conocemos.

En fin, sí hay una diferencia, que todos ellos de forma voluntaria se han elegido mutuamente:

2.- EL DISEÑO DEL ENTORNO SOCIAL. ¿Pueden surgir conflictos sociales? Por supuesto, al igual que surgen en el seno de la familia, en el trabajo o en el fútbol. La vida en sociedad tiene sus riesgos… Pero merece la pena afrontarlos. En un jubilar los vecinos se conocen antes incluso de ser vecinos, han pasado por los distintos talleres que Jubilares les ofrece y han discutido previamente sus normas de funcionamiento, esas que irán reescribiendo con el paso del tiempo. Además existe una figura clave, el “gestor de casos“: el asesor de salud, esa persona que ayuda a ir definiendo, a lo largo del tiempo, las necesidades en la atención domiciliaria, esa que asesora en hábitos saludables, y la que seguro habrá de mediar en los pequeños conflictos sociales de la comunidad.

Agradecemos nuevamente a la Biblioteca Pública del Estado de Guadalajara y al El Rincón Lento su colaboración, a todos los participantes en el coloquio de ayer su entusiasmo y la aportación de ideas para el debate. Quedamos a vuestra disposición.