Topografía de un camino desconocido

Tras las vacaciones, comenzamos con ilusión un nuevo apartado, Vidas. El texto que nos ha enviado “AnLo”, socio amigo de Jubilares, pretende ser según sus propias palabras, una “reflexión personal, ejemplo vivo y real sobre las motivaciones al cohousing…” Podéis enviarnos vuestros escritos a info@jubilares.es. Muchas gracias.

Al estar próximo a terminar su décimo-septenio*, con sus 68 agostos recién cumplidos, AnLo se sentía bien viviendo en un piso alquilado de 62 m2 en el Centro de Madrid, en Arganzuela, por 650€/mes, luz y agua incluidas. Tiene a tiro de piedra todo tipo de servicios, terrazas incluidas, por supuesto, las de su calle y de las adyacentes, así como muy buen transporte de Bus, Metro y Renfe junto, ahora, a las bicicletas eléctricas del Ayuntamiento. Un hijo vive cerca y los otros dos a media hora de metro. Varias amistades viven a distancias similares. Pero AnLo se siente con ganas de “más”. De otro tipo de vida, algo diferente.

Grupo Fundacional Cohousing COP Madrid 009

Y este tipo de vida nuevo no es porque SÍ. Hay una biografía e hilo de vida de AnLo que conducen a ella. Veamos la trayectoria residencial y vital de AnLo para entender mejor lo que busca y lo que no. Las recuerda todas ellas con cariño no exento de valoración de pros y contras de cada una:

  • De sus dos primeros septenios (de 0 a 14 años) constan figuras y paisajes como los chicos y chicas vecinos, compañeros de juegos en el patio, hasta la incomodidad material en una corrala de 30 vecindades con corredor dando a un patio común donde se sentía vigilado por la vecindad por el mero hecho de salir o entrar no digamos si con extraños.
  • El tercer septenio ( de 14 a 21) fue más intenso en vida comunitaria y control social (propios de todo colegio internado) así como en gozo social de las amistades para toda la vida, quizás propiciadas por las hormonas de la adolescencia y por las zonas de juego del internado así como por el ritmo intelectual con sus buenas dosis de tiempo de estudio y reflexión.
  • El cuarto septenio (de 22 a 29) fue el de la Universidad. El día no parecía tener limites de 24 horas ni las actividades de cines, forums, teatros, copas, talleres, reuniones políticas, escaramuzas de protestas todo ello por y pese a vivir en un modesto piso alquilado de cuatro estudiantes en el barrio universitario de Argüelles por donde, una vez acabada la jornada de clases y biblioteca, paseaba en busca de amigos y de hembras.
  • El quinto septenio, (de 29 a 36) ya terminada la Universidad, transcurrió de aquí para allá entre un barrio de las afueras, Saconia, al norte de la ciudad, propio de profesores y de gente joven, a otro barrio más acomodado y céntrico, el de San Bernardo, todos ellos con con muchos servicios y vida ciudadana abundante. Su viaje-estancia en USA marca el transito a la vida profesional con la apertura de un Gabinete de Psicología que creció a costa de estudio, esfuerzo e intercambio dentro ya de una vida familiar con una excelente Compañera madre de 3 hijos -una niña y dos chavalotes-
  • El sexto septenio (de 36 a 42) es el del tramo exhaustivo de la Profesionalidad y de vida de Ciudadanía Responsable, entre el barrio San Bernardo y la Calle Gral. San Jurjo desde donde viaja a múltiples ciudades y transitaba la mandorla de la ciudad con cines, bares visitas a amistades.
  • El séptimo septenio (de 42 a 49) se cambia a un piso grande, luminoso, con colegios públicos cercanos para los hijos, bares a tiro de un paseo y buenas comunicaciones con el centro y con su trabajo. Trabajo que se estabiliza e ilusiona de una nueva FORMA en una INSTITUCIÓN PUBLICA.
  • El octavo septenio (de 49 a 56) si bien es el incio de la decadencia laboral, que no profesional, sigue la familia con los problemas habituales que se amansan en un parque cercano con amistades y juegos para los niños y en bares del barrio con copas con los vecinos.
  • El noveno septenio (de 56 a 63) se dan cambios prometedores tanto de puesto de trabajo como de actividad profesional que no tardan en pinchar, pinchazo que incluye la reestructuración de la vida familiar con los hijos ya criados y fuera del Nido. AnLo se separa amistosa pero dolorosamente.
  • El décimo septenio (de 63 a 70) es el de la pre y jubilación soltería, donde se busca vida después del trabajo para lo que decide no apurar hasta los 70 en el curro, trabajo e institución ya aburridos y sin norte. Pero los cambios de hábitat y de tiempo libre, sin trabajo, el tiempo y las ilusiones crecen y se renuevan con un nuevo tipo, ritmo y lugar de vida, mas modesto pero con alma renovada.

“Un lugar donde descansar, pensar y reflexionar, recordar y soñar, comer y dormir, leer y oír música, ver TV y escuchar la radio, charlar al teléfono o/y cara a cara, recibir amigos y trabajar… con tranquilidad, con comodidad y estética. Eso es el “Hogar” actualmente para mi en mi décimo Septenio de vida…”

Jubilados y Niños2

… Todo esto no quita sino que requiere otras actividades sociales tanto cívicas, como científicas y políticas.

Tras su diferentes modalidades de vivir y de vivienda, anda -hace 6 años separado- buscando una nueva forma de vivir y de vivienda a través de conocidos y amistades hechas en su Colegio Profesional. Ya es el tercer piso alquilado en el barrio de Delicias y se encuentra a gusto. A 5 minutos andando vive en un estudio simpático su nueva Compañera. AnLo desde ahí accede fácilmente a las 5 tertulias o grupos de trabajo así como a museos, cines, teatros, mercados y parques.. Pero intuye ya que “nuevos septenios requieren nuevos hábitats y nuevas dinámicas”.

¿Como serán sus siguientes septenios, si han lugar?:

  • ¿Cómo será su décimo-primer septenio (de 70 a 77) ?
  • ¿Cómo será su decimosegundo septenio (de 77 a 84) ?
  • Y si llega a haber décimo-tercer septenio (de 84 a 91), dónde, cómo y con quien vivirá?

Dónde, cómo y con quién y cerca de quiénes le gustaría vivir para hacer qué cosas? ¿Es posible ser dueños parciales de nuestras vidas en algún tramo de estas?

Vivirá AnLo en casas de alquiler, cómodas y pequeñas que, tras gastarse en 20 años 144.000€ (a razón de unos 7.200€ /año), nunca serán propiedad para sus hijos a los que sin embargo ira coercionando a que le ayuden con sus goteras de salud, hoy, achaques mañana, dependencia desde el decimosegundo o décimo-tercero septenio…

Cuando AnLo venda la casa familiar y reciba su parte o, sin tal, y con su Pensión y un mero crédito bancario avalado por alguien (Asociación de Vecinos Cohousers) más solventes que su mera persona, podrá comprarse un piso de unos 55 a 62 metros cuadrados en un lugar bien comunicado y bien dotado para poder seguir con el tipo de vida que le gusta y que no es otro que el del hilo de su vida con novedades.

El hábitat -casa y barrio- deberá contar con estos 7 requisitos:

  • Accesibilidad económica para alquilar o comprar con las ventajas que puede dar la unión y no ser solo un individuo
  • Independencia en su micro-habitat de 45 metros cuadrados y 17 comunitarios,

    Con relaciones de vecindad enriquecedoras por la diversidad y trato de vecinos conocidos y con algunos pocos amistad…

  • Vida con apoyos en común en unos cuantos parámetros (Ocio, cultura, ayuda y cuidados de unos y otros para cosas sencillas
  • Mantenimiento en su decimosegundo septenio de una calidad de vida físico-residencial, socio-cultural y cognitivo-emocional
  • Estar dispuesto antes a prestar él ese apoyo a otros, mientras las fuerzas le acompañen
  • Tener paciencia para invertir además de dinero, tiempo, esfuerzo, diálogo con sus hipotéticos vecinos con quienes haría unos estatutos que abarquen más que gastos comunes

Pero ponerse de acuerdo sobre los requisitos mínimos comunes no es fácil (a qué precio, dónde, quiénes con qué prestaciones fijas y voluntarias): hace falta moverse personal y colectivamente, hablarse, conocerse, seleccionarse y negociar con los demás “compañeros de viaje”.

Hay quien dice que este AnLo es un poco Marciano, que solo sueña con romper moldes…Otros dicen que es un explorador de nuevas pautas de vida…El piensa que será mejor Padre liberando a sus hijos de cuidarle y mejor ciudadano cuidando a otros. Pero casi todos entienden que AnLo es un utópico-pragmático y que poco tiene que perder y sí mucho que ganar… La verdad es que nadie conoce la topografía de un camino desconocido.

Y tú, ¿qué piensas?

Cordialmente te agradezco que me hayas leído hasta aquí.

AnLo

* Septenios, periodos de unos 7 años, es la clasificación del hilo de la vida que hacen autores de la Antroposófica como Gudrun Burkhard que yo desconocía hasta que me lo dió a conocer una colega de Psicólogos Veteranos y de Cohousing. Cada uno constituya y describa como estime oportuno las etapas de su vida.