Hoy uno de nuestros amigos de Jubilares nos llamaba la atención sobre un artículo del blog «El salto del Ángel», escrito por Ángel Gabilondo. «De una u otra manera buscamos un hogar. Necesitamos la cálida hospitalidad de sentirnos a la luz de la lumbre. Abrigamos la confianza de sabernos en casa.»
Hoy es nochebuena, la noche para regresar al hogar por antonomasia, y eso no significa necesariamente volver al estilo de los turrones el Almendro ni, como dice Gabilondo, volver sobre nuestros pasos. «Si a algo nos acerca retornar es a la posibilidad de ser de nuevo quienes estamos dispuestos a ser. Y tal sería un atisbo de hogar.»
«Abrir los horizontes y las perspectivas, no limitarnos a nuestros entornos, no enclaustrarnos en lo que ya somos, propiciar ámbitos que compartir, en los que convivir, hacen de la casa algo que no se reduce a ser un refugio.»
«De ahí que la celebración del retorno más bien haya de ser la convocatoria a otras modalidades de encuentro, que no siempre se agotan en las de una reunión. El restablecimiento o la generación de vínculos en ocasiones inauditos procuran no solo la casa como relación, sino la relación como hogar.»
El artículo completo, aquí.
Os deseamos en este día, y siempre, un feliz regreso al hogar: el de la interrelación y convivencia con los demás, el que supone construir y en palabras de Gabilodo, «ser de nuevo». ¿No es eso la «Navidad»?