“Economía” significa etimológicamente “administración del hogar”. En los tiempos actuales, por ejemplo, Samuelson y Nordhaus la definen como “el estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos”. Y nuestro Diccionario de la Real Academia la define como “la administración eficaz y razonable de los bienes”. Las definiciones cuentan con conceptos como “sociedad”, “individuos”, “hogar”, “bienes”… No así se habla de dinero, que no es más que una de las herramientas empleadas para cuantificar esos recursos, bienes o mercancías.
Conciencia y transparencia
¿Qué hace la banca? Capta recursos en forma de depósitos y presta dinero y servicios financieros. Así, el “mercado financiero” es aquel lugar en que deberían encontrarse (como en cualquier mercado) el que puede ofrecer (ahorros en forma de dinero) y el que necesita (dinero para producir algo de valor). Sin embargo este intermediario se fue haciendo más opaco y hace décadas que algunos comenzaron a pensar que aquellos agentes principales (el que deposita y el que pide crédito) de hecho no se estaban encontrando. Por otra parte pensaron que tampoco tenían el control sobre sus ahorros: el ahorro de alguien comprometido con la paz podía estar financiando compra de armas. Eso dio lugar a un concepto de “banca social” o “banca ética”, que primeramente vetaba la financiación de ciertos productos (armas, prostitución, tala de árboles…) pero que finalmente fue llegando, en sentido positivo, al objetivo de lograr que los ahorros se emplearan en la financiación de productos “éticos” (medioambientales, culturales, sociales, comercio justo, etc.).
Así, por ejemplo, Triodos Bank surge en 1968 sobre los principios anteriormente enunciados: una conciencia ética sobre el uso del dinero, y transparencia en el proceso (todos conocen qué proyectos se están financiando). Se trataba de entender que el dinero es la herramienta que “ayuda a llevar a cabo una buena idea”, y no “el origen de todos los males, la base de la desigualdad”. El blog “Dinero y Conciencia“, de su subdirector general Joan Antoni Melé, pretende presentar esa dimensión ética del uso del dinero.
En España Triodos comenzó a operar en 2004. Cinco años más tarde, varias entidades que también pensaban que “la rentabilidad económica es compatible con la sostenibilidad o la responsabilidad social” crearon en 2009 la Alianza Global para una Banca con Valores, cofundada y presidida por Triodos Bank. Actualmente forman parte de ella 22 entidades de todo el mundo, bancos, cooperativas de crédito y entidades de microcréditos que comparten la visión del desarrollo sostenible a largo plazo.
Nosotros construimos la banca
Una de estas entidades es la Banca Popolare Etica Italiana, en cuyo seno se está integrando actualmente el Proyecto Fiare, que surgió en 2003 en Bilbao. Fiare no es solo ética (“no con mi dinero”) sino participación. Los socios (una persona, un voto, independientemente de lo que aporta) crean la banca. “Lo primero es construir una red densa de capital social”, personas que la hacen suya. Las personas no compran, sino que construyen Fiare.
Las estructuras de participación son constantes a medida que la entidad crece. Esto supone un gran reto: en Italia los socios ya son, desde su fundación hace 14 años, unos 40.000. Se trata de mantener la cercanía (el antiguo director de sucursal que podía mirar a los ojos al que solicitaba crédito), y para ello se cuenta con un interesante mecanismo: la evaluación de los proyectos a financiar comienza desde el trabajo voluntario de las “comunidades de acción” territoriales, que valoran mucho más que la viabilidad: los retos éticos que se presentan específicamente en los territorios. El objetivo de transparencia se aborda mediante una clara información sobre el circuito del dinero, estableciendo una conexión directa entre ahorro y crédito. Así la acción se dirige a economía real, no especulativa.